La bestia ensaya un zarpazo tocando nada. El domador se cree
dueño del látigo y su vara. Pero… el
tigre finge una escaramuza, domina el
alcance de su garra.
12 octubre, 2011
Animales
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6 ¿Qué me cuentas?:
Hola, Belkys, preciosa entrada, yo creo que los tigres podían zamparse cuando quisieran a sus domadores, sólo que les dan tanta pena que se dejan, juguetean con ellos, aunque algún latigazo les haga dudar.
Olé por la foto tuya, de tí, quiero decir.
saludos blogueros
Se nos confió el cuidado de la naturaleza, pero no somos sus dueños. La soberbia es la verdadera bestia. Un saludo afectuoso y agradecido.
Tengo que admitir, que aunque parezca un poco sádico de mi parte, agradezco esos osos que de pronto en pleno estudio de televisión se ponen furiosos; y a los toros que caen encima del público, etc. Pero no soy vegetariana.
Sí, Jose, acá he tenido que sufrir varios circos, donde el payaso es el domador y el acróbata y el equilibrista, todo en uno. Veo en los animales mucha condescendencia con nuestra infame manera de "comernos" el mundo
Lao, ¿qué tal el viaje? Le he estado leyendo y sigo con la idea de contarle, me tardo pero lo cumplo, he tenido días movidos y meses últimamente, pero va.
La soberbia, así es...es la bestia real. Esa envuelve como serpiente y despelleja con su colmillo gris.
Charlene, eres extrema como una niña. Me da risa tu comentario, siempre me pones de buen humor.
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