29 junio, 2011

Lluvias: fotos de la Habana

Las ciudades tienen un corazón. En Cuba, el corazón de la ciudad está dividido en mil pedazos. Con esos jirones he ido conformando mi visión. Así conservo la memoria y voy edificando cada tramo de mí, por aquel inventario repasado.
Siempre he tenido, en Cuba, sensación de sueño. No es el afán de la sábana, sino la duermevela perpetua como de algo va a suceder. Nunca viví en casa cerrada, mis caminos a la escuela eran venas de la hierba, cruce entre mangares, quizás por eso mi predilección por el verde. Cuando llovía también adentro, me condenaban a la cama, ventana entornada y pies a salvo, debía imaginar el ciclón afuera lavando todo el polvo, buscando los indicios de un recorrido a la raíz. Me sentía desterrada del encanto. Pero la vida premia la paciencia, no tengo dudas y en la secundaria cruzaba a la orilla de la Carretera Central, mis medias blanquísimas, el uniforme con sus coquetos tachoncitos sobre el muslo adolescente y el color horrendo que no quiero nombrar. Los guagüeros veían en cada peatón, un gorrión con ala rota y se lanzaban, por la orilla levantando una ola enorme de agua y fango, como para surfear. Y hasta el cráneo, lamido por aquel ímpetu del único mar con que contábamos. ¿Quién chorreaba más al espantar al profesor? ¿Quién hasta los dientes? Y entonces, las goteras de mi madre, agua presa en el tintín, dejaban de horadarme las orejas para convertirse en agua sucia, excusa para regresarme al cuartico, el baño caliente, el secado de cabello y un día sin escuela, condenada eso sí al canto monótono de palanganas. Con los años la lluvia tomó otros significados.
Cada aguacero recupera, en mí, la niña que fui. Los fantasmas como alfileres en la ropa se desprenden desgañitados con la lluvia. He aprehendido también el techo o la nube donde lo quiero pasar, uno combina la pericia en el salto y evita la inmundicia en el charco. Se aprende a esculpir con el talón una huella digna del fango. He aprendido a ver llover, sin tiempo, sin dolor, sin nostalgia.




 





Plaza de la Catedral


27 junio, 2011

La malta

Cuando estaba en algún grado de primaria nos llevaron a conocer la fábrica Hatuey. Recuerdo la maravilla de la malta brotando en chorro. Directamente de una llave, de esas por la que yo sólo había visto correr el agua, salía aquel oscuro e indescriptible líquido. Poníamos el vaso plático, una y otra vez, me parecía un cofre del tesoro aquel municipio donde la malta salía a capricho del consumidor.
Me han enviado unas maltas y me llama la atención que no vino la Hatuey, ¿qué habrá pasado con la fábrica?  La Tínima, camagüeyana,  me despierta gratísimos recuerdos, dicen que la están exportando y bien. En las tiendas donde se compra con cuc, por lo menos en la Habana, es cuestión de suerte, porque "vuelan". Pero la mayor sorpresa es la Marley´s, también de buen sabor. Nunca pensé que llegara a probar una malta cubana, estando tan lejos de aquel manantial. Acá uno se condena, me han enviado cuatro y he regalado dos.  Se va abriendo camino la amistad. Jamás,  visualicé,  para mi existencia: el comadreo de la Tinima, el tepache y una malta holandesa.

Ingredientes de la Tínima: cebada malteada, azúcar crudo, agua tratada, lúpulo y color caramelo.
Ingredientes de la Marlyn´s agua, malta de cebada y sacarosa.

25 junio, 2011

En la Biblioteca

En el corto Standing Room Only, bajo el frío de Londres y su lluvia, un grupo de fans va haciendo fila para ver el espectáculo de El Hombre de Mil caras. Se reúnen un canoso mayor, paciente hasta sus talones, un joven que parece venir de lejos y fotografía todo a su paso, una mujer solitaria y atractiva, un hombre apuesto apurando el paso para ganar un lugar. Y una anciana acompañada de su perro, agresiva y pícara, una insinuación de la cámara y sabemos que está defendiendo cada uno su lugar, sólo de pie, pero no importa, cuentan sus posibles boletos, la anciana queda afuera, no alcanza. Nadie le cede un lugar, su ancianidad no importa,  pero ella es... El ídolo, el hombre de las mil caras, el espectador lo sabe, ellos no...
Me ha tomado de sorpresa, porque llevo días pensando en esta irrealidad virtual, en las imágenes deformadas, en las foticos y los avatares, en los temas que  a uno le atrapan la predilección. Poetas leo poco, me harté durante la carrera de buscar tropos y figuras, diseccionar el poema para entender al autor, en realidad me veía a mí, tras el hipérbaton, porque no hay metáfora, ni imagen, ni libro que sea sin que uno le dé cuerpo y razón.  Pero en ese camino de seguidores he descubierto a quienes escriben diferente. Un caso en particular Francisco Novo y nos ha comentado que padece Alzheimer.
 Mi abuela también, quizás Francisco vaya borrando de sí los malos recuerdos. Mi abuela reconoce perfectamente al abuelo, hay sutilezas desconocidas en tantos años de amor. Sin embargo, hay días de abrazos mojados, llora y conversa con sus muertos. Ve más allá, se aísla, buye un dolor en lagrimal y uno no sabe qué decirle, rozarle los dedos, evitar el sobresalto, acompañarla aunque ella no siempre esté ahí para nosotros. Pero uno debe estar en algún rincón de su memoria y me veo en esa anciana de algún día.  Intentaré una breve carrera, pero no alcanzaré lugar. La abuela de toda mi familia dejará un rastro de vivencias en nosotros, un tabique de carácter para educar;  una pata de mesa donde humeaban los postres impostergables, un cinturón. Embrujos con canela y miel, para sempiterna juventud.
Francisco ha sido dicho en sus versos, multiplicado en poemas. Es repetido por quienes lo leemos, quizás el camino de los libros sea la única eternidad que nos consta.
Para él y para quienes aún se quitan de la fila y ceden su lugar, este poema de Virgilio Piñera: En la Biblioteca

Perdido todo,
le quedaron ciertos libros.
Cerrados, semejan ataúdes
y abiertos, cunas propicias.
En estos libros
-que siempre lee como empezándolos-
los fantasmas que los habitan
le dicen que están vivos,
y que si quiere vivir de tal modo,
aparentemente fantasmal,
se deslice raudo entre sus páginas,
elija un capítulo, repose
de todo cuidado humano
-incluso la esperanza-.
y verá claro entonces:
verá por ejemplo que ya no está leyendo el que leía,
verá tan sólo una apariencia del lector,
que insistente le pide descifrar
enigmas aclarados.
Pero ya es tarde
para el de afuera,
y el que está adentro ya no puede hablar.
Detenido en su página, sentado
en su capítulo, es un inmortal.

21 junio, 2011

Con Hansel con Gretel

Estuve muchos meses en silencio, quienes me conocen saben de esas etapas de ostracismo. Pongo en duda la palabra viva, aquella que construían mis abuelos, él con su sombrero y ella con su invalidez, ambos gigantescos en el verbo, sincero y vivaz. Pongo en duda la narración oral y dejo de creer en ella, en esos públicos minúsculos de por acá. Una botarga llena un teatro, la narración no. Algunos espacios sobreviven a los años. Algunos eventos también, cuando veo el trabajo de Beatriz, de Enrique Paez, de Aldo...

de Mayra Navarro, Beatriz Falero cuando recuerdo a Javier Coronado  y los cuentos lo reviven...En esos momentos retorna la fe y vuelve a poseerme la palabra. Pensando en todo esto, agarré unas cosas raras de verificación, ya saben de esas que aparecen en los comentarios de los blogs y me he puesto a jugar, porque si no, termino por ponerme seria.

No maquillo el ventanal de quien sufre cadena perpetua dentro de mí. Esa máscara de purour sigue un rastro de piedritas. Intento contarle el lospin cada mañana. Que sonrían todas las pestañas. Pero hay ojeras recién llovidas, por hechizamiento de libros y de polvo. No tomo café. El punym deja una caricia como herida triste en mi garganta y la voz soterrada ensaya un gorgojeo. Los oniesis descorren los velos de la palabra, prefieren tragar silencios y el  Había una vez, les contagia un drows. Nadie ansía un relámpago en los ojos del pijama.
Mis dedos ensayan un compás. Quizás el tono en esmeril abra las puertas

18 junio, 2011

De blog en blog

De viaje, espero que realice una parada en cada blog amigo. A lo largo de nuestra nariz, creemos ser eternos, infalibles, únicos. "Yo no concibo este mundo sin mí", dijo alguien un día, cuando debiera decir:  No concibo este mundo sin los otros, los que amo, los que conozco, e incluso los desconocidos que padecen y viven existencias adoradas por otros.

Visitando el espacio de nuestra amiga ar@bia   http://bauldearabia.blogspot.com/  me encontré con el siguiente mensaje que pido ayuden a difundir.

DEDICADO A ELENA QUE PADECE CANCER…
Esta entrada es para Elena sobrina de Morgana. Elena tiene 29 años y padece un cáncer. Yo no la conozco directamente pero tuve la idea de hacer una cadena de luz para ella, se lo comente a su familia y me dijeron que estaban de acuerdo… Así que, llevemos esta vela de blog en blog, para dar fuerza a esta bella princesa.
PARA TI ELENA ¡UN BESO MIO!
Desde A Viva Voz enviamos nuestra fuerza, nuestra voluntad y nuestro amor a Elena y a esos millones de personas que padecen cáncer, a sus familias, a sus amigos y a los médicos, enfermeras y científicos que luchan por salvarlos. Un hermanado abrazo.

16 junio, 2011

Fotos de Cuba

Mi tío el empleado es una novela cubana del siglo XlX, escrita por Ramón Meza. Hurgando en una relectura de sus páginas encontré:

Ya, a los que desde los palcos miraban, les atormentaba sobremanera aquella otra música de cubiertos, único ruido que en todo el teatro se oía, y les mortificaba mucho aquel apetitoso olor de que se hallaba saturado el ambiente que se respiraba en lo interior del recinto.
A la hora de los postres desmayó un tanto aquel
vertiginoso repiqueteo y empezó a oírse el murmullo sordo de las conversaciones en voz baja....

La descripción referida a una opípara cena, evoca para mí realidades del entorno cubano. Adentro y afuera cada quien engulle la tajada del pastel, le ponen el merengue y pisos de fantasía. Cada quien esgrime verdades, según su conveniencia. Cada uno sube al piso que le da la gana y en ese empalago, Cuba ahí está con la gente respirando,  de mil maneras y los que parlotean desde afuera, más los que inventan o trabajan o son camarones desde adentro,  hacen como el lector activo, interpretan la parte del texto de acuerdo con sus referencias individuales. ¿Hay un libro exigente? Ninguna verdad o fabulación puede apreciarse con una ojeada sin que de alguna manera el espejo no nos grite sus verdades.
Parque de la Fraternidad, Centro Habana. Paladar Los Amigos en el Vedado. Habana Vieja
















13 junio, 2011

Ocurre...........

Escuchó al Chringit arañando el aire con su alarido. Arthaur y Aldicia musitaban palabras de colowne, pero él ¿qué iba a hacer? El destino era un hilacho bajo sus pies. Silencio tejedor. Solo. No lo pensó dos veces ingirió la pócima. Cayeron sus ojos a la altura del pecho y sintió cómo reventaba su espalda en dos alas luminosas. Gritó: Berusseb, Berusseb, Berusseb....
La escritora crispa los dedos sobre el teclado. Hace meses que seduce comentando en cada blog y cuando salen las palabras de verificación, las atesora. Sin confesarlo a su editor ha conseguido una novela original. Sólo espera que llegue esa única y última palabra......

09 junio, 2011

El guardián de la torre

De Fernando Alonso, es un cuento que nos recuerda sobre la invención de los ídolos  y cómo los apegos crean trayectos hacia las celdas interiores.



07 junio, 2011

Fotos de Cuba

La playa canta. Versiones de homenaje al Guajiro Natural. Santa María del Mar con sus bancos de arena, hoy casi todos fuera del añil. Los septetos, sextetos y quintetos ahora amenizan el amanecer de cubanos y extranjeros. Cobran un dólar por canción, no importa cuánto dure.  Diez la hora, si aguantan los escuchas el calor del ron.  La espuma baila a ritmo de son, mientras Yamila clava sus ojos en las bancas, entre el bronce natural destacan los italianos, mexicanos y un francés que le sonríe al  carabalí desnudo, libre en su ingenuo deambular.








Cada quien porta su vela. Sueñan despiertos, el bailongo encrespa las cinturas...los ibeyis guardan la arena y la sal...Si el mar hablara, voz ahogada la del mar...

03 junio, 2011

Las vacaciones del esqueleto

De Leonora Carrington, un cuento escrito entre el 1938 y 1939.  Lo conté alguna vez y ahora supe que las historias poderosas nos poseen, se quedan con nosotros como cualquier hueso, parecen no estar y soportan fieles. No creo en lo paranormal, pero llevo una semana con esta historia y se ha prendido una lámpara como a tres metros y me ha alumbrado de frente, en pleno día. Hoy mientras grababa, se han caído dos libros del librero, se escucha el golpe casi al final, ha sido raro. Desandar este camino, desde el 2000 cuando la descubrí, hasta ahora que se me revela más viva que nunca, en sus libros agotados en librerías y en ese Paseo de Reforma al que iré para ver su obra,  recordándome que el animal afuera es mejor que el que nos muerde adentro y miraré sin ojos, como ella debió ver al Esqueleto.

Natalie Merchant

Canciones como panderos de luz. Ayer melodía con sentido inverso al que hoy me tararea aquí, al pie del árbol sin nombre, sin especie. ¿Qué importa si cada quien se inventa una raíz para la sombra?

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