01 agosto, 2010

Perejito

Gracias a Hernán, que concretó en imágenes la idea ajena y mi voz. Por todos mis amigos y amigas, niños todos, eternos. Del libro El día de los deseos cumplidos y escrito por Geovanys F. García:

8 ¿Qué me cuentas?:

geminis dijo...

Que cuento mas hermoso, me has dado en mi punto debil, como educadora que soy, no pude evitar imaginarme a mis alumnos escuchando esa narración con esas imagenes, es fabuloso, deberias venir a monterrey a contar un cuento a mi jardin de niños, ja es lindo soñar ja, me conformare con mostrarles el video,
saludos belkys y un beso me encanta como narras!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Belkys:

Lo malo de los deseos es que se pueden convertir en realidad y aveces pedimos lo que no debiéramos.

Perejito lo vivió en carne propia y pagó las consecuencias.

Abrazos.

Fermina dijo...

Que tierno.

Brenda dijo...

Me encantó, es uno de eso cuentos que son para mi!! MARAVILLOSO !!!

Belkys Pulido dijo...

Geminis, estoy atando cabos para que alguien en quien confío mucho, te vaya a visitar en el jardín, los pondría en contacto a ambos y ustedes pondrían fechas a conveniencia. Un abrazo y siempre te digo de corazón: gracias por tus comentarios, me impulsan a contar.

Belkys Pulido dijo...

Rafael, desear y vivir con el estímulo del deseo es una condición humana, ¿verdad? Sólo que el deseo es una trampa y nunca sabemos qué sucederá con el objeto del deseo. Hay que crecer sin olvidar. Llevamos un Perejito adentro, que sea para bien

Belkys Pulido dijo...

Fermina, no sé por qué me acordé de cuando en Cuba alguien decía con rintintín Qué tierno, lo cual siempre era punzante, irónico. Me gusta que pases aunque andes parca, corriendo, poniendo dos palabras, pero estás, no te pierdas, por favor. También me parece tierno el dolor que nos ayudó a crecer.

Belkys Pulido dijo...

SEñorita, querida amiga, alumna favorita aunque nunca se enteró: Es un cuento maravilloso, que me ha puesto a pensar en ti. Fíjate que tuve una compañera en la primaria que me golpeaba por verdadero gusto, nunca la olvidé. En el último viaje a Cuba me la encontré en medio de la calle, me recordó mucho a su mamá, físicamente digo. Idéntica a aquella mujer desdentada, sumamente delgada que iba a la escuela y salía sin ápice de verguenza, a pesar de todas las quejas que le daban por su hija. Saludé a esta mujer con verdaderas ganas de perdonar, dentro de mí sentí una profunda lástima y vi a aquella niña de la cual se contaban leyendas urbanas en la escuela. Curiosamente, ella no me reconoció, no se acordaba de mí, la golpeadora había olvidado totalmente a su víctima, así deberíamos ir por el camino abandonando el dolor, cualquier matiz del dolor debe ser aplastado y tirado en el no recuerdo. Mira al frente, favorita mía, confía en tus alas que son más grandes que el miedo deteniéndote.

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