11 septiembre, 2011

Balcones de la Habana

"Será por tu vivienda
hecha de ruinas
y de misterios..."
             Silvio Rodríguez
Nunca vi a la Habana en su esplendor, quizás por eso no sufro esos arrobamientos de la mayoría. Recuerdo ir por la Habana Vieja o Centro Habana, alguna vez por Miramar, Playa, Tarará y me quedaba prendada de los balcones, les inventaba mil historias y olfateaba porque reconozco en mí una nariz fabuladora.







 Mi casa está muy lejos de parecerse a una de esas mansiones de antaño, no heredamos nada y fueron mis abuelos quienes se beneficiaron con las expropiaciones. Cuando los visité por última vez, les estaba naciendo un árbol en el techo. Van a morir como vivieron, cerquita de la tierra con el milagro de la hierba trepándoles las paredes.



Aclaración:
La casa de mis abuelos, no aparece aquí. La casa de mis padres en Cuba, era un cuarto y un baño cuando nos la dieron. Agregados con mi abuela paterna, debimos "colarnos" en varias casas abandonadas. Mis padres, considerados, buscaban viviendas pequeñitas y me llevaban con ellos, supongo que para ablandar a la gente del Comité de Defensa Revolucionaria. Pero no nos tocaban hervidos, más bien hirvientes traían a una patrulla y yo me iba con mi abuela. A la medianoche, ibamos caminando hacia alguna de esas que mis padres, le habían echado el ojo, pequeñita y abandonada. Mi papá forzaba puertas o candados, nos colábamos. A la mañana siguiente, el Comité, y de nuevo a regresar, mi madre lloraba, recuerdo mucho eso, lloraba el resto del día. Cuando vivimos con mi abuela materna, lo intentamos una vez, recuerdo el techo altísimo, a la otra calle de mis abuelos. Y una rana enorme en el lavamanos pequeñito, que mi madre acaba de cambiar en este 2011. Esa vez fue como a las seis. El Comité era amigo, vecino, de tantos años, pero la Reforma Urbana y algún chivatón cayó por fin, recuerdo que ya estaba mi camita, al lado de la de mis padres, poquitas cosas, comíamos sentados en el borde del colchón. Pero empezaron a venir, yo recuerdo que a menudo, dice mi madre que dos o tres veces nada más y llegaba la patrulla, se llevaba a mi mamá. Mi padre en el trabajo y mi mamá a la Estación de Policía, por "colados". Historia larga de contar, pero hubo mucha lágrima en entre esas paredes chicas. Yo sabía que no era bueno, que no sería posible vivir "colada" en ese techito de mis papás.
Al final del camino, olvidada del color de los cielos rasos, sólo extraño las voces de la menuda familia que erigimos, esa no cambiará el contraste, ni desteñirá su pintura interior. Me preocupan los años pasando y los agujeros negros de la distancia, me preocupa cada arruga huérfana de ojos hijos o de ojos padres, cada recuerdo en soledad.

9 ¿Qué me cuentas?:

La Guardarraya de la Siberia dijo...

Yo he vivía enamorada de los balcones. Creo que encerraban, a mis ojos, todo el romanticismo que la realidad negaba a gritos. Ahora tengo uno, con mesita para tomar el café y todo, pero sin musgo ni helechos abriéndose paso entre las grietas, y no es lo mismo pero tampoco sería lógico que lo fuera, con tanto mundo entre Allá y Acá.

entierrafirme dijo...

Ay, los balcones. Siempre le digo a Carlos que me regale un balcón. Acá tengo uno, pero no es lo mismo. Me paro tiesa en él. Veo fotos de amigos que viven fuera en balcones, y tampoco ellos se paran de la forma en que siento se debería abordar un balcón. Los balcones son para pararse con la soltura que tiene la mujer de la primera foto de tu último fragmento (apenas se ve).
Otra vez las tantas Cubas, Belkys, que se parecen tanto a todo lo demás.

LAO dijo...

Apreciada Belkys, sigo con atención tus imágenes y tus relatos ricos en vida sufrida y en valoraciones. UN SALUDO AFECTUOSO.

Fermina dijo...

Querida Belkys
Muy lindas fotos, esas me gustan pues se parecen a las que hago cuando voy a la habana, adoro tomar fotos de los edificios, de los balcones, m encantan los balcones. Aca en el bosque que vivo no tengo, pero nos conseguimos uno por aqui cerca (a 8 hrs) que sale directico al mar y entonces en cuando soy mas feliz y cuando mas le hablo...
Yo no vivi personalmente la historia de 'colarse" pero mi familia materna si, mi tia, con su par de gemelas, y una bebe entro y salio de cuanto cuarto encontraba alla por el barri de Lawton. Mi abuelo la ayudaba tambien a romper candados y ventanas. Finalmente, un dia frente a la gente de la reforma urbana y demas, agarro un cuchillo como una loca, porque ya no podia mas y dijo que si la volvian a sacar se mataba ella y mataba a las 3 minnas...quede petrificada...pero la amenaza ( que fue puro teatro claro) surtio efecto, decidieron dejarla en paz y hacerle sus papeles, alli finalmente crio a mis tres primas.
hay gente que dice que estas cosas de la vida te ponen fuertes, etc pero como me gustaria que nadie en este mundo tuviera que pasar por ellas.
Un abrazo

Belkys Pulido dijo...

Guardarraya, pues un balcón es un balcón, así que a mirar celaje, mire que usted ha tenido el don de ser Guardarraya privilegiada, a arar con los bueyes que nos tocan. Un abrazo

Belkys Pulido dijo...

Charlene, disfruté un balcón lo que se dice un balcón, en Centro Habana, allí cayéndose los pedazos uno siente otro alcance del mundo. Lo mismo se tira un cubo de agua el 31, que una bolsa de heces. O aprieta la gente a la luz del día o toman sol las viejitas, pero ese ambiente de "notengonadaquehacer" sólo en esos balcones, chusmos que debieron esconder finezas.

Belkys Pulido dijo...

Lao, las heridas van bendecidas con una capa de cemento, un buen repello como diría mi papá, para que las grietas internas, sean cicatrices en vías de extinción. Pero no olvidarlas es bueno, uno va lleno de esas sensaciones y aprende a mirar con buenos ojos la existencia tan corta.

Belkys Pulido dijo...

Fermina, esas historias son tremendas, tiempos convulsos que la gente no olvidó. Para mí, esa experiencia reportó un desarraigo. No me importan las casas, no me apego a las paredes ni a las cosas. La gente sí, esa me la llevo adentro, aunque quisiera ir más ligera en el camino. Un abrazo y ya no voy a contar más historias de esos tiempos porque ahora resulta que soy la abuelita de todo el mundo aquí, ajá.

Belkys Pulido dijo...

¿Alguien se acuerda cuál edificio se esconde detrás de esa vegetación?¿No era un teatro famoso?

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