La pregunta. Amado Nervo
En los días de mayores
agitaciones dolorosas, en que hayas sufrido más choques de tus semejantes, más
rozamientos penosos, en que hayas tratado más negocios difíciles y ásperos, en
que hayas, en suma, sufrido más contrariedad y disgustos; en que a pesar de tu
esfuerzo y de tu voluntad de dominio sobre ti mismo, hayas sentido en tu
interior el aguijón de la impaciencia, aun cuando nada dejases ver en tu
rostro; en esos días en que toda la cosecha de espinas de la jornada parece haber
sido para ti solo, pregúntate simplemente, en el silencio del atardecer y
después de inventariar tus olores: ¿He hecho, por desgracia, mal a alguien?
Y si por ventura no lo has
hecho, si la sola víctima has sido tú, si los únicos desgarramientos producidos
por las malezas han sido los de tu carne, regocíjate cuanto puedas; pon en tu
casa la más luminosa de tus sonrisas, y vete a dormir con el corazón sereno y
reposado.Pero, si no solamente no has hecho ningún mal, sino que en medio de la tormenta han acertado a hacer algún bien, que tu regocijo no tenga límites y tu alma esté más luminosa que el crepúsculo.
Escultura de Charlotte Yazbek
2 ¿Qué me cuentas?:
Gracias Belkys por tu profunda reflexión que nos brindas hoy......
Barbaramente bueno! Como me gusta tu blog. Qué bien lucen estas páginas querida Belkys. Un abrazo grande!
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