Los imbéciles no sufren. ¿A usted
no le gustaría ser imbécil?
Fernando Fernán
Gómez
Las hijas en
Cuba, graduadas de la universidad, no trabajan. Ahora gozan de la casa que les
dejaron los padres, por un tiempo. Cambian de novios, visten bien
y comen poco, para estar en la línea. La casa siempre está llena de gente
porque No hay más pantalla Plasma Panasonic TC- P50ST50X que la nuestra por estos lados. Mis padres tienen un restaurante en México, aseguran y muestran la foto del día que mami y papi cumplieron un aniversario
y se fueron al Vips.
Héctor y su esposa le pagan 400 pesos mexicanos al Ministerio de Cultura y
tienen derecho a regresar, cada año, para los trámites de la prórroga y los
permisos.
Ahora no están seguros si eso cambiará. ¿Y
cuándo traes a tus hijas?, le pregunto. Sentado en una banca plástica, fuma tranquilo
y mira a la perpetuidad: No quieren, me contesta, están mejor allá.
Está preocupado: A México ya no podrán entrar más semillas, ni plantas, ni frutas, por la aduana. Me mira ajeno a una desafiante realidad. Las ropas se levantan de la estera y danzan al compás de un lejano okónkolo. Tengo que darle de comer a los santos, ¿me entiendes? Tengo que traerme un ñame... la suerte se me puede virar.
2 ¿Qué me cuentas?:
http://miami-picapica.blogspot.mx/
Esta historia es total y absolutamente basada en la verdad. Gracias anoní
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