La madre terminó de leer, a
regañadientes. ¡Otro! ¡Otro cuento más! Suplicaban los niños huyendo del sueño.
La orden de a dormir arañó las sábanas y el tono alborotó a las pesadillas. Bajan
las pestañas, se cubren los niños hasta las orejas. Quedan... ¡Calladitos! Cuando se
apaga la luz, el cansancio de mamá le arranca la máscara y ellos no quieren
ver, en la sombra, el perfil de la bruja.
Imagen extraida de internet.
2 ¿Qué me cuentas?:
eres muy imaginativa desde lo simple y sensible de tu corazón, eso se nota bien amiga Belkys
Lao, gracias por detenerse acá. Es una vivencia he conocido madres brujas en estos días. Madres con chequera y poco amor. Madres que amedrentan a hijos para colgarlos de la falda como milagros. Pena de mundo con poco amor.
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