Pedro soñó con visitar España, gracias a la Ley de Memoria Histórica, pero un berrinche le hizo perder el turno en la Embajada y la computadora después lo bateó. Girando como un pésimo foul se subió a la nube de las desidias y sin plan ni ambición, se sentó en un portal a vender empanadas. Sin familiares en el exterior, sin dinero para viajar y sin posibilidades de generar "doblones" con su trabajo nocturno de sereno, Pedro, vio la película Juan de los Muertos y pensó en ese trabajito para entretener al odio. Cortaría cabezas, lenguas y a más de uno le haría el favor gratis, seguro que sí. La gente creyó que era bonche, pero este sería el empleo mejor pagado en un próximo futuro. Y motivado comenzó a hacer abdominales.
Pero, hace unos días, leyó en el Granma la noticia: "solo se exigirá la presentación del pasaporte corriente actualizado y la visa del país de destino" y sueña. Le preguntas: ¿Cómo anda la cosa? Y te contesta: Tranquilo, en el bullpen...
Sin familiares en el exterior, sin dinero para viajar y sin posibilidades de generar..... Pedro está seguro ahora de poder comprar su nuevo sueño, una ambición tejida en años de impaciencia: Tendré un pasaporte, repite y repite...yo soy un sobreviviente...
2 ¿Qué me cuentas?:
Si persiste, Pedro obtendrá su pasaporte al fin. Muy bueno tu relato, me encanta como escribes. Saludos afectuosos!
Lao, siempre es bueno vivir esperanzado, como un vecino que me decía: Yo quiero viajar y regresar, sólo quiero ir a Ver...
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